domingo, 29 de abril de 2012

Liderazgo Apreciativo



por Héctor Vega Mora*
El desafío ya está planteado, el liderazgo del nuevo milenio se distancia del poder, el carisma y la genialidad individual, y abre las puertas de par en par al trabajo en equipo, a la motivación intrínseca, a la pasión, a la innovación, a la responsabilidad social, a la ventaja competitiva sustentada por personas, a la gestión del cambio y la complejidad, al empoderamiento de los colaboradores y al sentido compartido, entre varias nuevas temáticas.

El liderazgo ya no es una condición impuesta al equipo, sino que se genera y “distribuye” entre sus miembros en función de sus dinámicas productivas. Este liderazgo es apreciativo[1] por cuanto busca en los propios recursos (más que las brechas) y en las buenas prácticas del equipo, la energía movilizadora y transformadora distintiva del alto desempeño. Este liderazgo incluye competencias que van desde la consciencia apreciativa y la conectividad relacional, hasta la acción organizacional y la creación de valor a través del trabajo colaborativo.
Al igual que todo sistema, un equipo de alto desempeño está compuesto por una estructura flexible inmersa en un proceso de adaptación continuo, definida por una incesante red de interacciones entre el líder y los miembros de su equipo, de los miembros entre sí y del equipo con el resto de la organización. Tal como señala Marcial Losada[2], una alta conectividad se asocia directamente con espacios emocionales efectivos, donde la confianza, el apoyo y el entusiasmo proyectados en el grupo favorecen la creación de nuevas y mejores posibilidades de acción. Esta conectividad, que lleva al florecimiento de los equipos de trabajo, se caracteriza por interacciones comunicacionales que equilibran persuasión/indagación y orientación interna/orientación externa, así como por una mayor proporción de positividad sobre negatividad (entre 2,9:1 y 11,6:1).

En definitiva, Líder Apreciativo ejerce un rol transformacional del equipo y su entorno, por medio de la positividad, el empoderamiento y la generación de espacios emocionales efectivos, que junto con las dinámicas de alto desempeño llevan al equipo a alcanzar resultados sobresalientes, tal como se propone en el siguiente modelo:


 Acción del Liderazgo Apreciativo©


[1] Basado en los fundamentos de la Appreciative Inquiry (David Cooperrider) y otros desarrollos de la psicología organizacional positiva.
[2] Losada, M., & Heaphy, E. (2004). El papel de la Positividad y la Conectividad en el Desempeño de los Equipos de Alto Desempeño: Modelo de Dinámicas no Lineales. Ann Harbor, MI: Meta Learning - University of Michigan.


* Magister en Psicología de las Organizaciones


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